Fue anulada una Ley de Inmigración por la Jueza Beth Bloom, de Florida, debido a considerar que la medida estaba motivada racialmente.
Bloom rechazó el pasado 21 de septiembre unas secciones de la ley que prohíben las políticas de santuario de los gobiernos locales y exigen que las autoridades locales hagan todo lo posible para colaborar con los agentes federales de inmigración.
La oficina del gobernador Ron DeSantis, quien promulgó la ley en 2019 como prioridad de su gobierno, señaló que apelaría la decisión.
La jueza especificó reiteradamente que la ley tenía motivos raciales y que sus partidarios no aportaron evidencia alguna de por qué era necesaria para reducir la delincuencia, además de señalar que la medida estuvo guiada por grupos de odio y en contra de los migrantes como el grupo Floridians for Immigration Enforcement.